domingo, 27 de marzo de 2011

Maneras

Casi al final de la entrevista con este afamado y premiado escritor japonés, a propósito del desastre nuclear que amenaza su país, aparece esta frase escalofriante: “los muertos que nos miraban nos obligaban a respetar esos ideales”.

Y se derrumba ante mis ojos el espejismo de su occidentalizada corrección política, porque aunque quiera explicar el mundo con los parámetros moderados del que ha aprendido a vivir entre nosotros, él no es como nosotros, él siempre tendrá que rendir cuentas ante lo invisible.

“Están dando una lección al mundo”, dices, mientras aseguras compartir mis sentimientos, ahora que por fin los conoces. Pero no los conoces, y yo muy poco. Sólo vislumbras la tristeza contenida tras el rostro sereno de la mujer que espera oír al otro lado del teléfono la voz de la persona amada. Y llamas autocontrol a lo que ella llamaría decencia.

sábado, 12 de marzo de 2011

Los peores presagios


"Sentí verdadero miedo -dice este español residente en Japón al que entrevistan en la radio para que dé testimonio del terrible terremoto- cuando vi que un compañero japonés empezaba a mostrar miedo".


Los peores presagios se han cumplido. Y en mis sueños, la ola gigante ha alcanzado una vez más un pedazo de mi vida. En mi ciudad está arraigado el temor del agua que todo lo arrasa y uno mira con miedo el mar esos días en los que el gris se vuelve turbio dentro del corazón.


Y estas fotos que no muestran desesperación, sino perplejidad, resignación y asombro ante la fuerza de la naturaleza, cuando todos se preparaban para contemplar, un año más, la llegada de la primavera. Pero habrá tiempo.